Lanzarote es una isla única con playas de arena dorada, aguas transparentes color turquesa y espectaculares paisajes volcánicos.
Si quieres saber qué hacer en Lanzarote, qué ver o dónde comer, has encontrado la guía que necesitas.
Lanzarote es un destino ideal para tus vacaciones con un excelente clima durante todo el año y una energía que te atrapará.
Historia de Lanzarote
La isla de los volcanes se originó por el efecto de los procesos geológicos derivados de la apertura del Océano Atlántico.
Se calcula que hace unos 11 millones de años comenzaron las emisiones de lava a la superficie.
Lanzarote está situada en este océano, a unos 140 kilómetros de la costa noroccidental del continente africano.
La isla es una de las ocho islas canarias que forman la Comunidad Autónoma de Canarias.
Los primeros pobladores procedieron del norte de África.
Conocidos como los majos, su llegada a la isla se remonta al año 500 a. c.
En 1402, el reino de Castilla inició la conquista del Archipiélago. La primera isla que ocupó fue Lanzarote.
Climatología
En el siguiente enlace podrás ver como es el tiempo en Lanzarote y la previsión para los próximos días.
El clima de la isla se define como subtropical y seco o subdesértico.
Gracias a la acción moderadora del Atlántico, las temperaturas son muy estables.
No se producen variaciones bruscas entre estaciones. La temperatura media anual se mueve alrededor de los 20º.
En cuanto a las precipitaciones, no suelen pasar de los 100 litros por metro cuadrado en todo el año.
Turismo
El turismo ha resultado vital para la sociedad isleña.
Y ha supuesto una profunda transformación desde finales de los 60 del pasado siglo.
Hemos dejado atrás la emigración, la pobreza y la escasez.
Y hemos cambiado nuestra fuente vital de subsistencia, que procedía de la agricultura y la pesca, para abrirnos al mundo entero.
Hoy en día, más de dos millones de visitantes visitan Lanzarote cada año y, prácticamente, dependemos de este sector económico.
Las zonas turísticas de Lanzarote están organizadas en cuatro zonas principales: Playa Blanca (al sur), Puerto del Carmen y Puerto Calero (centro-sur) y Costa Teguise (centro-norte).
Aunque inmersas en el dinamismo del modelo turístico de masas, estas zonas han logrado mantenerse dentro del relajado ambiente de Lanzarote.
En suma, una isla tranquila donde el día a día resulta apacible y las horas parecen detenerse.
Los Centros Turísticos como referente
El resto de la isla en su conjunto funciona como un complemento de ocio con un itinerario claramente marcado por los Centros de Arte, Cultura y Turismo.
Estos Centros Turísticos fueron ideados por el artista más universal de la isla, César Manrique.
Se trata de una serie de intervenciones arquitectónicas que permiten al usuario contemplar la excelencia natural de la isla.
El visitante de Timanfaya se adentra en la vulcanología local, producto de las erupciones de 1730.
Quien opte por Jameos del Agua o Cueva de los Verdes se sumerge en espectaculares cuevas subterráneas.
Playas de arena dorada y cristalinas aguas
Destino de sol y playa por exelencia, la costa lanzaroteña ofrece unos rincones de baño exquisitos.
Sobresalen Papagayo y Famara en cuanto a playas.
Aunque también cabe mencionar la Playa bajo El Risco.
Como calas podemos destacar las “casi” secretas piscinas naturales de Los Charcones y Barranco del Quíquere.
Lanzarote, Reserva de la Biosfera
Lanzarote fue declarada Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1993. El 43% de la superficie de la isla es territorio protegido.
Sobresalen las 10.158 hectáreas del Parque Natural de los Volcanes y las más de 30.000 del Monumento Natural de Los Ajaches.
Mención especial en la obtención de tan preciado galardón reciben los valores científicos del Archipiélago Chinijo.
Estos islotes e islas menores situados al noroeste de Lanzarote, son Alegranza, La Graciosa, Montaña Clara, Roque del Este y Roque del Oeste.
Todos ellos muy ricos en biodiversidad, principalmente la procedente de su marina.
Paisajes espectaculares
El excelente estado de conservación de la isla va aparejado a otro de sus grandes tesoros: su riqueza paisajística.
La variedad de estampas naturales multiplica la curiosidad contemplativa.
Destacan la poderosa combinación de colores de la lava esparcida por Timanfaya.
O el manto de cenizas de La Geria sabiamente cultivado de vid.
Pero no es menos imponente la majestuosa silueta del risco de Famara con su kilómetrica playa ejerciendo de valle.
Curiosa es también la colonia de tuneras que pueblan las localidades de Guatiza y Mala.
El Jardín de Cactus es una buena representación de esta zona de cultivo.
La violencia del mar castigando los pequeños y accidentados acantilados de la costa también entran a formar parte del álbum fotográfico de los millones de visitantes de Lanzarote.
Pero quizás, las imágenes más llamativas, junto a Timanfaya y La Geria, las admirarás desde el Mirador del Río.
Desde allí podrás admirar la apacible imagen de la isla de La Graciosa en todo su esplendor.
Y si te animas a visitarla, no dudes en reservar tu plaza en el Ferry de línea regular que une Lanzarote con La Graciosa desde el muelle de Órzola.
Cómo moverse por la isla
El sistema de transporte público se hace insuficiente para descubrir Lanzarote, y obliga al turista a moverse en automóvil por la isla.
Vamos, que sin coche se hace materialmente imposible conocer las principales rutas de Lanzarote y muchos de sus lugares con encanto.
Sus principales vías de comunicación por carretera proceden de la autovía que une Arrecife y Playa Blanca y las vías secundarias que van hacia el norte.
La distancia más larga, desde Playa Blanca (punto más al sur) a Órzola (su extremo norte), puede cubrirse en aproximadamente una hora.
El volumen de tráfico es medianamente alto, motivado por ese déficit de transporte público.
Conexiones por mar y aire
Lanzarote se comunica con el exterior a través de cuatro puertas: el Aeropuerto, ubicado en Playa Honda, muy cerca de Arrecife y las zonas núcleos turísticos; y los puertos de Arrecife, Playa Blanca (cuyo destino principal es la localidad de Corralejo en la vecina isla de Fuerteventura) y Órzola (único acceso para visitar La Graciosa).
Arrecife y los cuatro núcleos turísticos están provistos de todo tipo de servicios.
Encontrarás entidades financieras, instalaciones sanitarias, oficinas públicas, recintos deportivos y zonas y centros comerciales.
Usos y costumbres
Las manifestaciones culturales de Lanzarote vienen determinadas por su pasado dedicado a la agricultura y la pesca y el paso de diferentes culturas por su territorio.
El folclore tradicional tiene su particular repertorio en un cancionero variado de ritmos y tonos a base de isas, folías, polcas y malagueñas. El universo gastronómico se sustenta en la gran presencia de productos del mar, pescado y mariscos.
Gastronomía
Los platos típicos son el sancocho, la ropa vieja y el caldo de pescado, el salpicón de pulpo y, entre otros, los tollos y las papas arrugadas con mojo.
El mojo es una salsa tradicional que da sabor de cilantro o pimentón a las papas y el pescado.
Como complemento, no faltan los productos del agro insular, fundamentalmente de secano.
Tienen especial fama las cebollas, batatas, papas, lentejas y calabazas cultivadas en la isla, así como el millo o maíz.
En cuanto a las carnes, la cabaña más importante de Lanzarote es de ganado caprino.
La carne del baifo (cabrito) se consume de diferentes maneras en conmemoraciones importantes como la Navidad.
La leche y el queso de cabra resulta otro manjar tradicional.
El apartado gastronómico no se entiende sin los caldos de vino que la uva de estas secas tierras produce.
Los vinos insulares cuenta con su particular marca de denominación de origen propia.
Fiestas Tradicionales
La fiesta con mayor arraigo en la isla es la celebrada en el municipio de Tinajo, cada 15 de septiembre, en honor de la Virgen de los Dolores o de los Volcanes.
En su romería participan gentes venidas de toda la isla, mayoritariamente ataviadas con los trajes típicos lanzaroteños.
También acuden hasta la localidad de Mancha Blanca, en Tinajo, donde se haya la ermita, peregrinos procedentes de otras islas del Archipiélago.
La otra gran fiesta insular son los carnavales, celebrados casi siempre en el mes de febrero, aunque su fecha depende de la Semana Santa y, por tanto, de los ciclos lunares.
El carnaval de Arrecife, de origen marinero, es la principal fiesta de la máscara en Lanzarote, y además de las multitudinarias fiestas nocturnas al aire libre, acoge los concursos de Reina del Carnaval, Drag Queen, murgas y comparsas.
Otras fiestas destacadas en el calendario de la isla son las fiestas patronales de la capital insular, Arrecife, en honor a San Ginés Obispo (las tres primeras semanas de agosto).
Cabe mencionar también las fiestas de San Juan (noche del 23 al 24 de junio), que los isleños celebran de forma espontánea con hogueras y baños nocturnos.
Las fiestas en honor a la Virgen del Carmen (mediados de julio y agosto), patrona de los marineros, tienen lugar en varias localidades costeras de la isla con vistosas procesiones marítimas.