Caleta Campos se localiza en el encantador pueblo costero de Arrieta, al noreste de Lanzarote. La urbanización es modesta, pero muy coqueta y cuidada. Se respira un aire rústico en las estancias y la zona común resalta por sus jardines con vegetación autóctona. Estamos literalmente a un paso del mar y de la avenida que nos dirige al vecino pueblo de Punta Mujeres.
Se trata de un complejo alojativo de 12 villas en primera línea de mar del pueblo costero de Arrieta. Caleta Campos se aleja del cliché vacacional localizado en un saturado núcleo turístico. Rodeado de unas pocas viviendas en las afueras de Arrieta, en dirección al pacífico pueblo vecino de Punta Mujeres, la estancia en estas casonas tiene un componente claramente reparador. Sólo la constante brisa marina rompe el silencio ensordecedor que inunda el día a día en Caleta Campos.
Cada uno de los 12 apartamentos de Caleta Campos cuenta con dos dormitorios, salón-comedor, cocina y cuarto de baño completamente equipados (televisión vía satélite y wifi gratuita). Todas las moradas miran al mar y a la piscina comunitaria. Los apartamentos tienen también su propia terraza que aprovecha las bondades de su localización.
La cocina incorpora una escueta vitrocerámica de dos fuegos, nevera, congelador y microondas. La graciosa barra americana que comunica la cocina con el salón comedor le da un punto familiar. La sala de estar es holgada, huye de las incómodas estrecheces, cuenta con un confortable mobiliario y conexión televisiva vía satélite. La gerencia se anota el tanto de facilitar gratuitamente internet, vía wifi. Lo único que echamos de menos es un horno para redondear las prestaciones del interior de las villas.
Las terrazas, gracias a la orientación del complejo, miran a la imponente bahía de Arrieta. Al mismo tiempo conectan con el gran espacio común de las casonas: un agradecido solario con dos piscinas, una de adultos y otra infantil, bellamente decorado con piedra natural y vegetación autóctona. Se erige en lugar perfecto para tomar el sol, leer, darse un chapuzón, jugar con los críos o relajarse tranquilamente perdiendo la mirada en el parsimonioso paso de las horas de este pueblito costero lanzaroteño. En efecto, esta zona de piscinas dinamiza a los huéspedes conformando el pulmón de la urbanización.
Como indicamos anteriormente, Arrieta resulta un enclave eminentemente tranquilo. No encontrarán marcha nocturna en su núcleo ni en sus alrededores. Sin embargo, las características del pueblo ofrecen un abanico amplio de ocio activo. La práctica de la pesca o el surf en las olas de La Garita y El Espino, el paseo por el litoral, la cañita al mediodía o el té de las cinco en el chiringuito playero de La Garita, suponen, entre otras posibilidades, el complemento perfecto de la estancia en Caleta Campos.
El pueblo acoge uno de los restaurantes más demandados por nuestros visitantes. Una mesa para degustar el pescadito fresco de temporada de Amanecer constituye uno de los reclamos principales en la ruta norte por la isla. Otro atractivo insular, César Manrique y su obra pública, lo tenemos a tiro de piedra. A menos de 10 minutos en coche podremos visitar Jameos del Agua y Cueva de los Verdes y en 20 minutos nos situamos en el espectacular Mirador del Río. En nuestra opinión, la estancia en estas villas facilita otra variante de ocio como es el senderismo. Muy cerquita localizamos los majestuosos itinerarios del Volcán de la Corona y el Barranco de Tenegüime. Por último, destacamos la vecindad con dos espléndidas calas de baño: el pueblo nudista de Charco del Palo y el Bañadero de Guatiza.