Categoría: 5 estrellas (Lujo).
Ubicación: Primera línea de mar en el núcleo turístico de Playa Blanca.
Habitaciones: Doble, junior suites, villas.
Precio aproximado: Según temporada y categoría, entre los 125 y 200 euros por noche con desayuno incluido.
Emplazado en primera línea de mar mirando a las vecinas islas de Fuerteventura y Lobos y en medio de las principales atracciones del núcleo turístico de Playa Blanca, toda su estructura aprovecha su envidiable situación. Desde su entrada, el singular edificio del Princesa Yaiza hace valer su categoría de cinco estrellas. Amplios espacios, sutilmente decorados, con especial protagonismo de las piezas de madera en el conjunto de sus estancias, en los que resaltan su accesibilidad, comodidad y confort. El añadido de gran lujo de su etiqueta lo avala un entregadísimo personal, servicial, agradable, atento y profesionalísimo, en cuyo diccionario no encuentra acomodo el no por respuesta.
Las suite, la tipología de habitaciones con mayor uso, sorprenden por su agradecida cesión de espacios. Unos majestuosos y holgados dormitorios y cuartos de baño, con elegantes y modernos equipamientos, transpiran sosiego, calma y relax. En suma, la morada perfecta para recargar pilas con vistas a la nueva jornada de ocio que se avecina. La suite se complementa con un confortable salón y una asocada terraza. Lo único que se echa en falta es una conexión wifi permanente en lugar de la, a veces, aparatosa instalación por cable de internet.
De remarcado carácter vacacional, Princesa Yaiza encaja perfectamente como destino familiar. No en vano, se escribe pronto y fácil, ha cedido 10.000 metros cuadrados al Kikoland. Una infraestructura infantil dividida en tres grandes espacios por segmento de edad (0-3, 3-6 y 6-12 años), con profesionales solventes al frente para el recreo y aprendizaje infantil. Desde primera hora de la mañana, los pequeños pueden combinar el baño en la piscina o los castillos de arena en la cercana playa con las mil y un actividades lúdicas que organiza Kikoland. Un servicio perfecto que libera a los papás de cara a tomar una sesión del modernísimo talaso del hotel, jugar al tenis, al squash, al pádel o recorrer a paseo los ocho kilómetros de avenida marítima de Playa Blanca.
Sol y playa
La benigna climatología que rodea al Princesa Yaiza, estratégicamente resguardado, se aprovecha en una gran zona común con dos piscinas de agua dulce y salada y un minijacuzzi. Llama la atención la extensión de los platos acuáticos, que posibilitan perfectamente la práctica de la natación. Las hamacas se dispersan en el interior y los alrededores de las piscinas. Especialmente relajantes resultan aquellas semihundidas en un terraplén previo a la profundidad de las aguas. Eso de leer el periódico o el libro de cabecera al tiempo que te remojas los pies…como que no tiene precio. En su línea de exquisito servicio al cliente, los huéspedes tienen a su disposición todo aquello que puedan precisar en la gelatería, especialista en batidos naturales y cocktails, y el restaurante El Chiringuito que rodean a la zona de baño.
Ocio
Princesa Yaiza se localiza en Playa Blanca. Un núcleo turístico de reciente creación que adolece de una completa oferta de ocio alternativo. Por ello, el hotel complementa sus instalaciones alojativas con una variada gama de recintos de ocio. Sobresale la plaza Princesa Yaiza. Una cuidada y colorida plazoleta con dos buenos restaurantes, Don Giovanni y + Tapas, una exquisita heladería, un coqueto boulevard con lo último en moda y complementos, y un sorprendente club de jazz, Cuatro Lunas. La plaza es perfecta para experimentar la magia de las calmadas noches de Playa Blanca, mientras las olas de la playa vecina arrullan las mejores conversaciones. Al margen de la plaza, el interior del hotel también está dinamizado con espectáculos variados en el salón Mararía y el tranquilo ambiente del piano bar. El apartado gastronómico, más allá de la línea de buffet del hotel (que para ser un buffet cuenta con una sorprendente y variada selección de productos), sube enteros con el buen nombre que se ha hecho el restaurante japonés Kampai, muy acogedor con las tradicionales mesas Teppanyaky, y el majestuoso Islas de Lobos que mira al mar con su especialidad en comida mediterránea de autor, principalmente en pescado fresco y marisco. En cuanto al ocio deportivo, Princesa Yaiza cuenta con gimnasio, pistas de tenis, pádel y squash. Por su parte, el centro de talasoterapia ha ido perfilando con el paso de los años un completísimo producto de salud y belleza. Su última innovación se hace apetecible: un salón para masajes en parejas con tomas de hidroterapia en un lujoso jacuzzi inmerso en la sala.