Era necesario, como agua de mayo, un lugar gastronómico de cierta solvencia en La Caleta de Famara. El restaurante El Risco cumple la expectativa. Y eso que su primera apariencia, la terraza exterior que mira al pueblo muy parecida al resto, puede engañarnos. La entrada al restaurante, sin embargo, nos descubre un enclave acogedor, con un mobiliario confortable, del que emanan aires marineros. Como no podía ser menos, el espacio aprovecha su estratégica localización. Un enorme ventanal nos regala la robusta estampa del risco y la playa de Famara. La autoría de la intervención explica tanto confort: El edificio fue diseñado en su día por César Manrique.
Nos gusta el trato familiar del servicio, que nos hace sentir como en casa. Una hospitalidad que deja a las claras la especialidad culinaria: Cocina canaria con toques modernos. Nos dejamos llevar, por supuesto, y abrimos boca con un impecable revuelto de cherne. Aunque correcto no nos terminó de convencer el carpaccio de atún, bañado un pelín en exceso en aceite que diluía el sabor de la pieza. Un pulpo exquisito, a la plancha y con el toque preciso de fuego en las puntas, redondeó los entrantes. Mantequilloso y sabroso. Otras posibilidades para abrir boca: Paté de marisco, queso de cabra frito y crepes rellenos de marisco y espinaca.
Con resultado similar al pulpo degustamos un calamar sahariano, también a la plancha. Nos decepciona un poco la suprema de cherne, cuya elaboración esconde el gusto del pescado. Todo lo contrario ocurre con el atún a las tres especias. El sencillo guiso, lejos de mitigar el valor del atún lo enaltece. La cocina de El Risco incluye en su carta un rincón autóctono: Sancocho, caldo de pescado, vieja sancochada y ropa vieja de pescado. No se olvida de las carnes y comprobamos que la buena elección de sus productos se extiende al entrecot de cebón, el secreto ibérico… Para otra ocasión dejamos la paella de pescado y marisco, el arroz negro o el caldoso con bogavante.
Acompañamos todos los platos con un malvasía seco de Bermejo. La carta de vinos es ambiciosa en los caldos blancos y aceptable en los tintos. Mantiene una correcta relación calidad-precio. La casa se esfuerza también con la oferta repostera, toda casera con aromas tradicionales: Nos decantamos por un sustancioso bienmesabe y un logrado mus de chocolate blanco y negro.
Dirección: Calle Montaña Clara, 30 (Famara)
Horario: Lunes a sábado 12:00 – 22:00, domingos 12:00 – 17:00.
Observaciones: Pescados y mariscos, restaurante al lade del mar
Información y reservas: 928 528 550