INFORMAMOS QUE ESTE ESTABLECIMIENTO ESTÁ CERRADO.
Los niños siempre han sentido una especial predilección hacia el mundo animal. Ésta aumenta cuando se trata del medio marino. En Lanzarote, el Museo de Cetáceos de Canarias trabaja con una motivación extra en este sentido. Facilita la comprensión de la psicología de los zifios y cetáceos que surcan los mares y los niños, embelesados, obtienen un aprendizaje significativo a la vez que se divierten.
El proceso de enseñanza establecido en el Museo de Cetáceos de Canarias resulta muy directo y ameno. Combina la muestra de material audiovisual que logra, sorprendentemente, la atención de los más pequeños, con las explicaciones de las anatomías de los diferentes cetáceos de las aguas canarias y la visión de los esqueletos y maquetas de estas especies en la pequeña pero coquetísima instalación.
Así, los niños se familiarizan con las 29 especies conocidas que pueblan las aguas del archipiélago, aunque la comunidad científica sospecha que hay muchas más, y se hacen una idea de las estampas de los más comunes: el delfín mular, el calderón gris y tropical y el cachalote o los fetos de cachalotes y los dientes o barbas, según el tipo de cetáceo, que poseen. Materiales obtenidos principalmente de la labor científica de Vidal Martín, presidente de la SECAC, principal promotor de la entidad cultural y premio César Manrique de Medio Ambiente Canarias 2007.
El itinerario del museo en sí se concentra principalmente en digerir la evolución de los cetáceos, en concretas explicaciones de su anatomía, apoyadas por la visualización de los esqueletos suspendidos en el aire y de bellísimas fotografías tomadas de los fondos marítimos canarios. El sonido del mar como hilo musical, acompañado de los míticos chirridos de los delfines, otorgan un mayor realismo a la estancia interior en el museo. No se olvida la organización de concienciar al consumidor de los daños irreversibles al cetáceo de la mano del hombre. Bolsas de plástico, los cabos y cordajes pesqueros hallados en su interior pueden llevar a una prematura muerte del desafortunado delfín que lo encuentre en su andar. El Museo de Cetáceos de Canarias es ideal para que padres e hijos compartan el tiempo libre.