La Ruta Sur de Lanzarote es mundialmente conocida como La Ruta de Los Volcanes.
La terminología obedece a la grandiosidad de Timanfaya (suroeste), uno de los parques nacionales españoles más visitados.
El cono sur de Lanzarote (en su cala este) añade Los Ajaches a la inmensidad natural de Timanfaya.
Por otro lado, su punto geográfico más al sur resulta seguro de sol y playa.
Papagayo conforma uno de los mejores conjuntos de playas de Canarias.
Te sugerimos que inicies la ruta sur visitando la capital del municipio sureño por excelencia, Yaiza.
Su arquitectura constituye, junto a la de Teguise y Haría, uno de los urbanismos que conserva con mayor mimo sus principales señas de identidad.
Es un poblado extremadamente tranquilo, impecable en su cuidado y que en su conjunto, gracias a una decoración con rofe (picón) rojo en su entorno, parece una postal rústica de indudable valor.
Desde Yaiza podemos contemplar la primorosa figura de Timanfaya.
Las Montañas del Fuego forman parte de una amplia zona afectada por las erupciones volcánicas acaecidas en Lanzarote entre 1730-1736 y con posterioridad en el año 1824.
El paisaje volcánico abarca una superficie de 51 Km². Sería una pena viajar a Lanzarote y no presenciar in situ este espectáculo natural.
Timanfaya, gracias a la intervención artística de César Manrique, está organizado como un centro turístico.
Hay un tramo de unos 14 kilómetros de longitud acondicionado para su visita.
En los alrededores del restaurante El Diablo se puede disfrutar con algunos fenómenos geológicos realmente fascinantes.
Al abrigo de Timanfaya, un poco más al suroeste, se localiza otro triángulo paisajístico de indudable valor.
Se trata de la pieza Salinas de Janubio, Los Hervideros y el Charco de los Clicos.
El Salinar de Janubio tiene una extensión de 440.000 metros cuadrados de terrenos que producen sal.
Rodeado de unos pequeños morros, su panorámica resulta majestuosa. La imponente explosión de colores y su conjunto arquitectónico componen una singular figura.
Continuamos nuestra Ruta Sur en dirección suroeste y nos aproximamos a Los Hervideros.
Durante más de dos siglos, desde la erupción de Timanfaya, la brava costa ha moldeado su rocosa geografía volcánica.
El rápido enfriamiento de la lava al contacto con el agua, unido a la acción erosiva de las olas, creó un peculiar paisaje costero.
Las cuevas submarinas y los recónditos recovecos morfológicos, junto a la bravura del mar, generan un espectáculo grandioso.
Por su parte, el Charco de los Clicos es una serena laguna verde en medio de una playa de arena negra, en el pueblo pesquero de El Golfo.
La charca, en el centro del cráter de la multicolor montaña del poblado, está formada por agua de mar filtrada de intenso color verde esmeralda.
Su curiosa coloración se debe a la acumulación de un alga: la ruppia marítima.
Desde este punto, te sugerimos que atravieses la zona sur del oeste (El Golfo), al este.
La travesía recomendada te situará en el místico pueblo de Femés a través de la vía secundaria de Las Breñas.
Es uno de los puntos más altos de la isla, aproximadamente a unos 600 metros, localizado en pleno monumento natural de Los Ajaches.
Resulta un precioso reducto arquitectónico que, al igual que Yaiza, está muy bien conservado.
De su mirador se obtiene una completa panorámica de lo que hemos visitado, Timanfaya y Salinas de Janubio, y lo que afrontaremos en breve: Papagayo con las islas vecinas de Fuerteventura y Lobos en el horizonte.
La comida casera de Casa Emiliano en Femés tiene muy buena fama.
El trayecto a la espléndida costa de Papagayo, por la carretera de Maciot, nos lleva unos diez minutos.
Esta cala, de aproximadamente kilómetro y medio, concentra cinco playas diferentes en pleno sur lanzaroteño, justo en la frontera del núcleo turístico de Playa Blanca.
Da igual la que elijamos, Mujeres, El Pozo, Caleta del Congrio, Puerto Muelas y El Papagayo, ya que su asocado litoral resulta un enclave perfecto de sol y playa.
Las aguas de Papagayo son de una extrema calidad.
Su transparencia e intenso color azul turquesa la dotan de un aire caribeño.
Con vistas al islote de Lobos y la vecina isla de Fuerteventura, el cuadro paisajístico es de una belleza especial.
Además, se beneficia de la casi siempre magnífica climatología del sur de Lanzarote: El mar, siempre como un plato, poco viento y brilla el sol.
Como ocurre con Timanfaya, sería una pena estar en Lanzarote y no disfrutar de esta inmensa cala.
En Playa Blanca se concita una amplia oferta gastronómica.
Podemos degustar una buena cocina internacional en Casa Brígida, en pleno puerto deportivo Marina Rubicón.
También en el antiguo pueblo pesquero podemos apostar por Aromas Yaiza, con una rica y variada carta de cocina internacional con una excepcional relación calidad-precio.
Después de comer, si apetece otro chapuzón, le sugerimos que se traslade a la punta oeste de Playa Blanca, a unos tres kilómetros al norte del Faro de Pechiguera tropezará con las sublimes piscinas naturales de Los Charcones.
Pequeño resumen de nuestra Ruta Sur
Imprescindibles en el sur: Timanfaya y Papagayo.
¿Dónde comer?: Pescadito fresco del litoral en Casa Torano (El Golfo), cocina tradicional canaria en La bodega de Santiago (Yaiza) y buena cocina internacional con excepcional relación calidad precio Aromas Yaiza (Playa Blanca).
Un chapuzón: Playas de Papagayo y las piscinas naturales Los Charcones (Playa Blanca).
Para fotografiar: Los Ajaches (desde Femés), El charco de los Clicos, Los Hervideros, Salinas de Janubio