La construcción de Costa Teguise, asentado en la costa este de la isla, se inició a principios de los ochenta del pasado siglo.
Urbanísticamente es la ciudad turística mejor planificada de la isla.
Destaca su proyección de grandes avenidas, sus espaciosos equipamientos públicos y su carácter tranquilo.
En esa línea, la localidad gira alrededor de sus cinco kilómetros de paseo marítimo.
La travesía mira a sus principales playas: Playa Las Cucharas, Playa El Jablillo y Playa Bastián.
En su entorno crece el núcleo con hoteles y apartamentos en primera línea y una completa oferta de cafés, terrazas y restaurantes.
Costa Teguise es tierra abonada a los vientos.
Fuertes vientos que se aprovechan para recrearse con los deportes de aventura como el windsurf y el kitesurf.
Resulta común observar a los deportistas y los bañistas compartiendo escenario.
Las playas están abrigadas por unos diques de piedra.
El viento suaviza el calor veraniego y hace óptima la actividad deportiva de bicicleta y jogging.
En la salida del núcleo turístico se localiza el primer campo de golf de la isla, Costa Teguise Golf.
Sus dieciocho hoyos están destinados a la práctica e iniciación en esta disciplina.
La mayoría de los complejos turísticos cuenta con instalaciones deportivas.
Sobresale la apuesta por el tenis y el pádel.
El desarrollo turístico de la zona vino acompañado de una cualificada oferta gastronómica.
Hay muy buenos restaurantes y deliciosas tascas de tapas.
A pesar de su carácter tranquilo y familiar, la noche de Costa Teguise invita a su disfrute con pubs por toda la ciudad y bares con música en vivo.
Los niños lo tienen complicado para aburrirse.
Si de por sí la playa es un reducto de esparcimiento, Costa Teguise ha incorporado un variado equipamiento destinado a los más pequeños de la casa.
Las divertidas piscinas de Aquapark, el mundo marino del Aquarium o los juegos del centro de ocio Santa Rosa diversifican las opciones de ocio de los chinijos.