Lo difícil es llegar a la Playa Las Malvas. Una pequeña cala de arena negra, de apenas 300 metros, producto de la erosión de las coladas volcánicas de Timanfaya. Tiene ese perfil místico de las montañas del fuego de Lanzarote, en el que la inmensa mar de lava inunda nuestra retina. A Las Malvas se accede desde el centro el pueblo de Tinajo, debidamente señalizado en su inicio. Del interior a la costa tendremos que atravesar unos cinco kilómetros en tierra.
La Playa Las Malvas mira al norte del océano Atlántico, la puerta de entrada del permanente alisio que sobrevuela la isla. Se trata, por lo tanto, de una playa ventosa, aunque la superficie que rodea el jable negro, compuesto esencialmente de lava volcánica, regala numerosos recovecos que nos aíslan del viento. La playita, ciertamente, tiene un punto enigmático gracias al poderoso atractivo de su figura: una riada volcánica, ceniza negra y un reguero de malvas que salpican todo el escenario. Dos inmensas columnas de roca natural alivian la corriente del Atlántico. El baño resulta seguro. Sin embargo, el fondo marino, rocoso a más no poder e irregular, nos obliga a calzarnos para darnos el bañazo con tranquilidad. Las Malvas es una de las playas menos transitadas de Lanzarote. Ideal, pues, para aquellos que desean alejarse de los núcleos y playas masificados.
Resumen
Calita de arena negra de apenas 300 metros.
Llegada: En coche. Aparcamiento.
Tiempo actual: Haz clic aquí.
Mapa: