¿Qué hacer en Haría?
— Climatología.
— Visita obligada. Mirador del Río (Yé), Jameos del Agua y Cueva de los Verdes (Punta Mujeres).
— ¿Dónde comer? En Arrieta, Amanecer. En Punta Mujeres, Lago Azul. En Órzola, Perla del Atlántico.
— Senderismo. Haría-El Bosquecillo. Yé-Volcán de la Corona. El barranco de Tenegüime. Camino de los Gracioseros. Guinate-Gallo-Máguez. Caleta del Sebo-Montaña Amarilla-Caleta del Sebo (La Graciosa).
— Playas y calas. La Garita. Charco del Palo.
— Con niños. Parque Tropical de Guinate. Parque Natural Las Pardelas.
— Plano de situación.
Del valle de las mil palmeras asoma un extraordinario ejemplo de arquitectura popular canaria. El pueblo de Haría es la capital del municipio más recóndito y menos poblado de la isla, al norte de Lanzarote. Por ello, su estructura urbana, junto a la de Teguise, resulta una las más conservadas. Su rincón más importante es la plaza León y Castillo. Una plazoleta magníficamente arbolada que acoge la vida social y económica del lugar. En ella podemos planificar una parada con vistas a una hipotética ruta turística por el norte. No en vano, en los dominios de la comarca norteña se asienta buena parte de los Centros Turísticos ideados por César Manrique: Mirador del Río (Yé), Jameos del Agua y Cueva de los Verdes (Punta Mujeres). La tranquilidad hariana se transfiere al resto de núcleos rurales. A unos pocos kilómetros de Haría aparece Máguez. En Yé, bajo la protección del Volcán de la Corona, podemos tomar unos vinos de producción local en sus tascas aprovechando el paso por Mirador del Río .
El mirador de Guinate nos ofrece un perfil diferente del Archipiélago Chinijo. Se respira sosiego y quietud, que llega a inquietar, pero a la vez atrapar. Otro atractivo punto lo encontramos en el valle de Temisa, en el tramo de carretera que une Haría con su franja costera mediante el pueblo de Tabayesco.
Si estamos de visita con toda la familia, la ruta de Haría es una de las más completas de la isla. Guinate cuenta con un parque tropical repleto de aves y animales exóticos que conviven en una superficie cercana a los 45.000 metros cuadrados. Por su parte, el parque natural Las Pardelas de Órzola constituye uno de los sitios de recreo infantil más completos de Lanzarote. El niño mantiene un contacto directo y cariñoso con los animales (burros, conejos, cabras, caballos), aprende a disfrutar y responsabilizarse de éstos, a la vez que se divierte en un marco natural espectacular. Para el niño cabe contar con que Haría mira al mar. Las calas de Arrieta, Punta Mujeres, Órzola y Charco del Palo ofrecen numerosas zonas de baño: la playa de La Garita de Arrieta, las calas de Charco del Palo, la playa La Cantería de Órzola y los rincones del Caletón Blanco a unos pocos kilómetros de Órzola.
En los alrededores de la costa emerge Charco del Palo (Mala), un pueblo nudista de residentes alemanes principalmente con unas envidiables zonas de baño. Otro atractivo punto de contemplación es la silueta de tuneras que conforman Mala y su vecino pueblo de Guatiza, que derivó en la última creación artística de César Manrique en la isla, Jardín de Cactus.
La cercanía del litoral enriquece el universo gastronómico. El pescado fresco, preparado de manera sencilla, es el plato estrella del plantel repostero que se desperdiga por toda la costa noreste de Lanzarote. Órzola es un plácido pueblo marinero. Resulta el único punto de la isla con acceso al Archipiélago Chinijo (conjunto de islotes naturales: La Graciosa (el único poblado), Montaña Clara, Alegranza y los roques del Este y el Oeste). Algunos turistas llegaron a La Graciosa…siguen allí. Tiene su explicación.