Editorial
Una cadena humana de miles de ciudadanos de Lanzarote hace frente en la costa este y noreste de la isla al desastre ecológico causado por la explosión y posterior fuga de toneladas de petróleo procedente de las extracciones de Repsol, a apenas unas decenas de kilómetros de las islas más orientales del Archipiélago Canario, Lanzarote y Fuerteventura. La solidaridad se extiende a muchos turistas, quienes ven empañadas sus vacaciones, pero arriman el hombro como uno más. La intensidad de la explosión ha sido tal que el brillo dorado de Papagayo empieza a teñirse de negro. Sin embargo, la principal afección está mostrándose especialmente virulenta con los 10 kilómetros de playas de Puerto del Carmen y, al norte de la isla, con la reserva natural de Archipiélago Chinijo.
La propia compañía Repsol reconoce que sufre miles de fugas en sus extracciones petrolíferas anualmente. Es decir, cabe la posibilidad de que el primer párrafo cobrara visos de realidad. Máxime cuando, según coincidencia técnica, no tenemos la infraestructura tecnológica para extraer crudo a 3.500 metros de profundidad con unas mínimas garantías de seguridad, como resulta el caso de esas hipotéticas bolsas de petróleo a pocos kilómetros de nuestro litoral.
La trágica posibilidad, pues, nos lleva a pronunciarnos. Los editores de esta revista, aún tratándose de una temática que escapa de su competencia, han coincidido en aportar su pequeño granito de arena. Y nos pronunciamos en una dirección: Frenar lo que resulta una obvia incompatibilidad. La amenaza anterior con nudistas disfrutando del Barranco del Quíquere o de Los Caletones, turistas en Los Hervideros tomando fotos de chapapote o la surrealista estampa de un almuerzo a base de pescado fresco y marisco en El Golfo con las piezas suturando fuel al momento de trocearlas.
¿Cómo torpedear el proyecto recientemente aprobado en el Consejo de Ministros del Gobierno Español? Por ahora, sumándonos al liderazgo que están ejerciendo las instituciones representativas de Lanzarote, su Cabildo y siete ayuntamientos. En plena sintonía con la esfera institucional de Fuerteventura y el apoyo del Ejecutivo Regional, los ciudadanos de esta isla tienen una oportunidad para reflejar la negativa a las pretensiones del Gobierno de la Nación y Repsol. La cita es este sábado, 24 de marzo, a partir de las 19:00 horas, desde la calle Real de Arrecife: Manifestación contra las prospecciones petrolíferas.
La única arma civilizada que tenemos en nuestras manos es ésta. La capacidad y poder personal, únicos e intransferibles, que como agentes cívicos responsables ante su presente y futuro, estemos en posición de manifestar. No compartimos la depresiva percepción respecto a la lucha democrática de cada ciudadano. Lejos de este prisma y de quien nos prefiere aletargados entendemos que es el sendero para mostrar nuestra disconformidad. Por consiguiente, es diferente, porque no es lo mismo, una participación de 5.000 a 20.000 ciudadanos. En este sentido, contamos y cuentas en la parte que podemos ayudar al frente jurídico e institucional abierto por nuestras corporaciones.