Demasiada comprensión
Manuel Ćlvarez
Antes de nada quisiera trasladar mis felicitaciones a ociolanzarote.com. Me atrae del medio, mĆ”s que la información que ofrecen, ese afĆ”n por reflexionar acerca de la cultura y el ocio en la isla. La verdad es que buena falta que hacĆa. Con ese objetivo me dirijo a ustedes trasladando mi discrepancia por el exceso de comprensión que he detectado de esta revista hacia los poderes pĆŗblicos y el dĆ©ficit notable en infraestructura cultural. La interpretación provino de la lectura de su editorial inaugural.
Yerra ociolanzarote.com al conformarse con lo que hay. Me explico. Reconocen en el citado editorial que estamos a aƱos luz de dotación cultural en comparación a Gran Canaria o Tenerife (se les olvidó Fuerteventura), pero embaucan y responsabilizan al cuerpo social de esta isla en que si nos aburrimos, en buena medida, es culpa nuestra. SegĆŗn ustedes producimos ocio en cantidad y que debido a la masa crĆtica existente en la isla tampoco tenemos porquĆ© aspirar a grandes espectĆ”culos y manifestaciones culturales. ĀæNo resulta un tanto conservador este posicionamiento?
Bajo mi punto de vista han pecado de ello en exceso. Una paciente mirada a Fuerteventura o La Palma, islas parecidas a Lanzarote en cuanto a masa crĆtica, revela que se han quedado cortĆsimos en su anĆ”lisis. En Puerto del Rosario se le estĆ”n dando los Ćŗltimos retoques al Auditorio o Palacio de Congresos y otro tanto ocurre en Santa Cruz de La Palma. Cierto es, no obstante, que el incorporar estas infraestructuras al inventario cultural de nuestra isla no va a suponer que la Filarmónica de Nueva York aparezca por estos lares. Aunque igual de cierto y propio es afirmar que contando con un Auditorio, las posibilidades de atraer novedosos espectĆ”culos culturales a la isla se incrementarĆa en cuotas notables. Por ponerle un reciente ejemplo: a Diego El Cigala le hubiera podido jalear medio millar de personas mĆ”s que el pasado sĆ”bado en San BartolomĆ©. Por no recordarles que algunos eventos de altura han pasado por Canarias sin rozar Lanzarote, debido al ingrato recuerdo de los esperpĆ©nticos conciertos de mĆŗsica clĆ”sica en el terrero de lucha canaria de TĆas de hace aƱos.
Entiendo que nada pasa por poner las cosas en su sitio y que cada palo aguante su vela. En este caso concreto les suponĆa un mayor arrojo para denunciar argumentadamente una evidencia: la carencia de proyecto cultural en Lanzarote. Si contamos, como ustedes seƱalan, con la generación mĆ”s cultivada y motivada para consumir, emprender y crear cultura, mala cosa es conformarse con el latiguillo conejero por excelencia: esto es lo que hay.
Les deseo mucha suerte en su andadura.