La Geria, conocidad como la Ruta del Vino de Lanzarote, se localiza en el suroeste de la isla, en el municipio de Yaiza.
Bordea por su cara este al Parque Nacional de Timanfaya.
La unión de estas dos significativas piezas de suelo conforma una de las estampas paisajísticas más imponentes de Canarias.
Es un paraje natural protegido que ocupa una superficie de 5.255,5 hectáreas.
Resulta un paisaje singular y embriagador por la gran extensión de cenizas volcánicas, procedentes de la erupción de Timanfaya entre 1730-1736, que bañan todo este escenario.
Sorprende que esta devastadora pieza de territorio se haya caracterizado por el cultivo de viñas en hoyos excavados en las propias cenizas volcánicas, donde la sabia mano del hombre las protegió del viento a través de pequeños muros semicirculares de piedra.
De hecho, constituye la mayor superficie de cultivo de vid de Lanzarote.
Un territorio tan seco, que se beneficia del contraste de temperaturas y de humedad que garantizan año a año la mejor uva, que acabará en los sabrosos caldos de malvasía de Lanzarote.
Su senda es perfecta para una ruta de vinos.
De apariencia inhóspita, La Geria no se entiende sin las tradicionales parras.
Por consiguiente, es sinónimo de vino.
Las bodegas circundan todo el valle natural.
Las más significativas son Bodegas La Geria, El Grifo y Rubicón.
Vecina de Timanfaya y del triángulo paisajístico de Salinas de Janubio, Los Hervideros y Charco de los Clicos, entendemos que el paso por esta encantadora zona resulta obligado.
Normalmente, esta franja se cubre en automóvil o en guagua. En función de su tiempo de estancia le recomendamos el paseo in situ por todo su espacio.
No tiene nada que ver la mirada fugaz en una excursión a toda prisa, que detenerse y contemplar todo el esplendor de este singular territorio a través de esta sencilla ruta de senderismo entre La Asomada y La Geria.
Ruta del vino
Otra alternativa la tenemos con una travesía de vinos por las bodegas desperdigadas en La Geria.
Le sugerimos que inicie el camino de sur a norte. Esto es, entrando en coche por el encantador pueblito de Uga.
A unos pocos kilómetros tropezaremos con Bodegas La Geria.
El edificio mantiene las características de la arquitectura tradicional.
Desde sus dominios se obtiene una completa panorámica del impactante escenario.
En su bodega abierta al público podremos degustar algunos de sus caldos de temporada.
Contemplar la inmensidad natural mientras catamos un vinito redondea la visita a La Geria.
Muy cerquita de esta bodega, siempre de sur a norte, encontraremos el restaurante de vinos y tapas El Chupadero.
Su coqueta terraza facilita otra perspectiva del espacio natural unida en el horizonte a Timanfaya.
Es una preciosa postal donde perder la mirada embelesado.
A poco menos de un kilómetro al norte emerge Bodegas Stratvs. Una majestuosa edificación vitivinícola. Se trata de una moderna instalación, equipada con las últimas novedades tecnológicas.
Esta bodega también mira a La Geria y las rojizas montañas de Timanfaya.
Prosiguiendo con la ruta de vinos, en el límite norte de este espacio natural protegido, a unos 10 minutos en coche de Stratvs, encontraremos la bodega de mayor historia de la isla, El Grifo.
Hasta ella atravesaremos el lindo pueblo de Masdache, también regado de ceniza volcánica.
Estas históricas bodegas se construyeron sobre lava volcánica en 1775.
La edificación es pura arquitectura tradicional lanzaroteña.
Sus dependencias acogen el Museo del Vino El Grifo donde se expone un recorrido por los diferentes utensilios y maquinaria que se han empleado, en el devenir de los siglos, en la producción del vino.
La casa incluye un rincón de cata muy acogedor.
En pleno centro geográfico de la isla, El Grifo está a unos pocos kilómetros del Monumento al Campesino, uno de los mejores establecimientos para saborear los platos gastronómicos tradicionales.