CÓMO ABORDARLO: Dejar un coche en Máguez y otro en la entrada de Guinate (a unos cien metros a la izquierda). DISTANCIA: 4 kilómetros aproximadamente. DIFICULTAD: Baja. DURACIÓN: Dos horas- dos horas y media. A TENER EN CUENTA: Llevar ropa y calzado adecuado. Agua. Alguna chocolatina y bollería. Gorra y crema solar. No nos olvidemos del móvil.
Como acostumbra el norte lanzaroteño, es éste un sendero lleno de sorprendentes contrastes. A unos 100 metros de la entrada a Guinate, a la izquierda, encontraremos una cómoda vereda ascendente de unos cinco metros de ancho. Nuestra espalda la guarece el Volcán de la Corona, omnipresente a lo largo de la jornada junto a otros conos volcánicos con diferentes características y tonalidades. Hay un manto de espeso silencio que acompaña a las nubes y el frío que trae el alba. La cota resulta abordable con un mínimo de forma física y se dan las condiciones de suficiente seguridad para revolotear la mirada a nuestro alrededor.
En distintos tramos tropezaremos con aulagas, vinagreras, veroles, tabaibas, higueras y cultivos tradicionales como la vid. En este accidentado espacio también brotan flores silvestres como el tojio, la lavanda, el rabo de cordero y la amapola. De manera intermitente, llamarán nuestra atención pequeños recovecos construidos con piedra natural propios para el descanso ganadero (ver foto a la derecha) desperdigados en el triángulo de Guinate, Gallo y Máguez. La rica biodiversidad se ve complementada con la presencia de aves como los cernícalos, las codornices y las tórtolas.
Sin embargo, las postales paisajísticas procedentes del tránsito por este paraje protagonizan el día. A los quince minutos de camino, tropezaremos con una bella imagen de la isla de La Graciosa y el perfil de Montaña Clara en el horizonte (islas del Archipiélago Chinijo, al noroeste de Lanzarote). El barranco de Guinate, con el pueblo en su desembocadura, salpicado de parras y palmeras y el caprichoso nacimiento de las flores rosadas de veroles conforman el resto del cuadro.
Como el Volcán de la Corona a nuestra espalda, las islas de Archipiélago Chinijo son una constante en el sendero. Según avancemos en dirección sureste, a Gallo y Máguez, percibiremos otros curiosísimos perfiles de Montaña Amarilla de La Graciosa, Montaña Clara y el islote de Alegranza, que comparten visor con el inmenso risco de Famara. Estas joyas atlánticas invitan a abandonar el camino seguro y acercarse al límite de este risco. Es igual de seguro siempre que tomemos las debidas precauciones y el respeto que merecen estas alturas y el fuerte viento dominante.
A la hora de ruta, encontraremos las fuentes de Gallo. Abastecedoras de agua de las poblaciones de Haría, Máguez y medianías hasta la irrupción de las desaladoras y potabilizadoras en Lanzarote. Hoy, crecen las margaritas en su seno, aunque mantiene su estructura de piedra natural (ver foto a la derecha). Hacia la costa, seguimos avanzando hacia el sur, la vista náutica se incrementa con la postal de playa de Famara al sur y las islas de Chinijo al norte.
Superado este espacio, identificaremos con facilidad la continuación del sendero dejando la costa a la derecha. Una infraestructura de aparente utilidad aeroportuaria es la figura de acceso a un tramo de carretera que nos conducirá a Máguez. El camino, de cuatro a cinco metros de anchura, se torna descendente en forma de herradura. Ahora, con el Volcán de la Corona de frente, el paisaje se transforma en una basta extensión agreste de diversos cultivos en enarenados y bancales. Las fuertes tonalidades oscuras de las montañas contrastan con el color verde que salpica el barranco en dirección al pueblo norteño de las plantaciones de papas y cebollas que predominan en la zona. Nuevamente, la riqueza paisajística nos sorprende cuando escrutamos las esbeltas figuras de Máguez y Haría que, aunque separadas geográficamente, parecen mantener una especial sintonía.
Para después del pateo: Dos horas o dos horas y media lleva el sendero. En el cercano pueblo de Haría hay variada oferta de restauración. Si vamos con niños, podemos complementar la excursión con la visita a Las Pardelas Park de Órzola. Los Centros Turísticos del Mirador del Río, Cueva de los Verdes o Jameos del Agua constituyen otra alternativa. En la costa de Arrieta y Punta Mujeres se concentran algunas de las mejores ofertas de pescado fresco en la isla. Amanecer es una de ellas.