Mirador del Río

Mirador del Río

El Mirador del Río es una las creaciones arquitectónicas más representativas de César Manrique.

Se encuentra situado en lo alto del Risco de Famara, a 475 metros de altitud, en la zona más septentrional de la isla.

Desde allí podemos contemplar una de las vistas panorámicas más espectaculares de Lanzarote.

Esta obra de Cesar Manrique plasma, en la sucesión de detalles artísticos y arquitectónicos, su entusiasta proyecto de integrar arte y naturaleza.

Se ubica entre dos accidentes geológicos especialmente significativo.

De una parte, el impresionante Risco de Famara y, de otra, el Volcán de la Corona, hacia el cual se extienden los brazos de la gran plaza semicircular que da entrada a la edificación.

El Risco de Famara es un extenso acantilado que se desarrolla longitudinalmente a lo largo de 22 kilómetros desde Punta Fariones.

Y el extremo más al norte de la isla, hasta el Morro del Hueso, en las inmediaciones de Teguise.

A lo largo de su orografía se alcanza el punto de mayor altitud de la isla, las Peñas del Chache, de 671 metros de altitud.

El trazado vertical del Risco discurre casi en paralelo a la costa de La Graciosa, de la que la separa un estrecho brazo de mar, denominado El Río.

El Risco de Famara, La Graciosa y los islotes próximos a ella, incluidos los fondos marinos, forman una unidad declarada Parque natural del Archipiélago Chinijo. Son de gran interés medioambiental.

Existe un proyecto, anterior al Mirador del Río, del consagrado Arquitecto Fernando Higueras, amigo personal de César Manrique.

Este proyecto, quimérico, tenía el sugestivo nombre de Ciudad de las Gaviotas.

Interior del Mirador del Río

Al interior se accede a través de un pasillo serpenteante en el que se ubican unas hornacinas decoradas con cerámicas tradicionales realizadas por el artesano lanzaroteño Juan Brito.

Después de atravesar esta sugerente entrada nos encontramos con dos grandes espacios abovedados, donde se sitúan dos amplios ventanales de cristal -los ojos del Mirador- que permiten contemplar la extraordinaria vista desde una posición privilegiada.

En este mismo espacio nos encontramos con dos originales esculturas monumentales realizadas con varillas y placas de hierro.

Estas esculturas, suspendidas del techo, inundan el espacio abovedado y cumplen la función de tamizar el sonido evitando la reverberación del sonido.

Situada en el exterior, resalta una escultura figurativa de hierro forjado.

Representa un pez y un ave. Se trata de una metáfora de dos elementos de la naturaleza que tienen gran presencia en este paisaje: el agua y el aire.

Los dos ventanales, cóncavos horizontalmente y ligeramente oblicuos verticalmente, incrementan el efecto de visión panorámica, permitiendo, al mismo tiempo, que el recinto se inunde de luz y comunicando el espacio interior y exterior, privilegiando la naturaleza.

Desde la zona habilitada como cafetería podemos acceder a la planta superior a través de una escalera helicoidal de gran dinamismo por la utilización de las líneas curvas.

Al igual que el resto del edificio, presenta la bicromía del color de la madera y el blanco de la mampostería.

La Cafetería del Mirador del Río

La cafetería, con singulares vistas al río de Chinijo, se erige en un magnífico lugar para rematar una excursión por el norte lanzaroteño.

Ofrece una amplia carta de bebidas: desde vinos de la tierra (especialmente recomendables son los blancos) hasta aperitivos variados y licores, así como café e infusiones, zumos, batidos, refrescos y cerveza. También, junto a una bolsa de papas fritas, los helados y algo de repostería agotan las posibilidades sólidas.

En la primera planta nos encontramos una tienda de souvenir, una estancia sin duda original.

En este mismo espacio localizamos una pequeña dependencia donde se encuentra un pequeño ventanal con forma de óculo desde el cual podemos contemplar, al fondo, el Volcán de la Corona.

Continuando la escalera se accede a las terrazas exteriores de la azotea a través de un lucernario que se halla en la cúspide del edificio.

Desde la sala principal abovedada, anteriormente descrita, podemos, además, acceder a un balcón exterior que se introduce sobre el abismo.

Cabe destacar la barandilla perimetral realizada en hierro y madera que da a esta fachada el aspecto de la proa de un buque.

Simbólicamente, la isla se convertiría en un navío que navega, dirección norte, sobre las aguas del Atlántico.

En los días claros y despejados, podemos contemplar la espléndida visión del Archipiélago Chinijo.

Se divisa en primer lugar la isla de La Graciosa, detrás se encuentran Montaña Clara y el Roque del Oeste y, al fondo, Alegranza y el Roque del Este.

Desde el Mirador del Río se aprecia la base del risco de Famara y, destacando con colores rojizos, las salinas más antiguas de la Isla, las Salinas del Río.

Construcción del Mirador del Río

La realización técnica de la obra corrió a cargo del arquitecto Eduardo Cáceres y del artista Jesús Soto.

Los trabajos se culminaron en 1973, inaugurándose el edificio.

La ejecución del edificio supuso un alarde de planificación técnica, ya que, con los escasos medios existentes, hubo que proceder a la excavación del terreno y, con posterioridad, realizar el edificio y cubrirlo con piedra volcánica.

Las características ambientales y paisajísticas del emplazamiento, así como la particularidad del uso, permitieron abordar esta obra de forma experimental, tanto en los aspectos funcionales como en sus soluciones estéticas y constructivas.

La situación estratégica de este enclave que, a modo de atalaya, permite una visión privilegiada de un amplio sector del norte de la isla, fue militarmente utilizada desde finales el siglo XIX, cuando se construyó una batería defensiva de la costa durante la guerra hispano-cubano-norteamericana (la Guerra de Cuba).

Popularmente a esta zona del Risco de Famara siempre se la ha conocido como “Batería del Río”.

Horarios

Horario de visita: Todos los días de 10:00 a 17:00 horas.

Precios

Tarifas:

  • Adultos: 8,50 euros.
  • Menores (de 7 a 12 años): 4,25 euros.
  • Niños hasta 6 años: gratis.

Residente canario

  • Adulto: 6,50 euros.
  • Menores (de 7 a 12 años): 3,25 euros.
Para antes o después

Ideal como guinda de una ruta por el norte de Lanzarote, debemos pasar previamente por Jameos del Agua y Cueva de los Verdes.

Para comer, pescadito fresco en Amanecer (Arrieta).

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Mirador del Río

Mirador del Río is located on top of Risco de Famara, at 475 meters, in the north of the island. From there you can see one of the most spectacular views of Lanzarote.

This is one of the most representative architectural creations of Cesar Manrique, where the artist combine artistic and architectural details, in order to achieve an enthusiastic project of integrating art and nature.

It is located between two geological features of particular importance: on one hand, the impressive Risco de Famara and, in the other, El Volcán de la Corona, which extend into the arms of the large semicircular plaza that leads to the building.

El Risco de Famara is a large cliff that develops longitudinally along 22 kilometers from Punta Fariones, the far north of the island until the Morro del West, near Teguise.

Throughout his terrain point is reached higher elevations of the island, the Rocks of Chache, of 671 meters.

The route runs almost vertical Risco parallel to the coast of La Graciosa, which is separated by a narrow strip of sea, called The River. Of great environmental interest, the Risco de Famara, La Graciosa and the islands next to it, including the seabed, forming a unit declared Chinijo Archipelago Nature Park.

There is a project, before the Mirador del Rio, the architect Fernando Higueras devoted personal friend of Cesar Manrique. This project, chimerical, had the suggestive name of Ciudad de las Gaviotas.

The interior is accessed through a winding corridor in which are located some niches decorated with traditional ceramics made by the craftsman Lanzarote Juan Brito.

After crossing this suggestive entry we find two large vaulted spaces, which are placed two large windows of glass-the eyes of the Mirador, which explicitly consider the extraordinary view from a privileged position.

In this space we find two original monumental sculptures made with iron rods and plates. These sculptures, suspended from the ceiling and flood the vaulted space screening function as sound reverberation of sound avoided.

Located on the outside, highlights a figurative sculpture of wrought iron. Represents a fish and a bird. It is a metaphor of two elements of nature that have strong presence in this landscape: water and air.

The two windows slightly concave horizontally and vertically oblique, increase the overview effect, allowing at the same time that the site is flooded with light and communicating the inner and outer space, favoring nature.

From the area where you can access as a cafeteria upstairs through a very dynamic spiral staircase for the use of curved lines.

Like the rest of the building, has the two-tone color of the white wood and masonry.

The cafeteria, with a remarkable view of Chinijo River, stands a great place to finish off a trip to the north of Lanzarote.

It offers a wide range of beverages, from wines (especially recommended are white) to various aperitifs and liqueurs, and coffee and teas, juices, smoothies, soft drinks and beer, too, along with a bag of potato chips, pastry cream and some solid exhaust the possibilities.

Not a restaurant, but is missing a simple supply of typical products, as they could be a wrinkled potatoes, a salad of fish, tuna…

On the first floor we find a souvenir shop, a stay undoubtedly original. In this space where we locate a small unit is a small window shaped oculus from where we can see in the background, the Corona Volcano.

Continuing the stairs provides access to the roof terraces through a skylight that is at the top of the building.

From the vaulted main hall, described above, we also have access to a balcony that is inserted into the abyss.

Note the perimeter railing made of iron and wood that gives this facade the appearance of the bow of a ship.

Symbolically, the island would become a sailing ship, heading north on the Atlantic. On clear days and clear, we can contemplate the splendid view of Chinijo Archipelago.

Be seen in the first place the island of La Graciosa, Montaña Clara are behind and Roque del Oeste and in the background, Alegranza and Roque del Este.

From the viewpoint shows the base of the cliff of Famara and reddish color highlighting, the oldest salt mines of the island, the Salinas River.

The technical realization of the work was carried out by the architect and artist Eduardo Cáceres Jesús Soto.

The works were completed in 1973, inaugurated the building.

The implementation of the building was a display of technical planning, since, with the few available means, had to proceed with the excavation of the ground and, subsequently, make the building and covered with volcanic rock.

Environmental and landscape features of the site as well as the particular use to address this experimental work, both in the functional aspects such as aesthetic and constructive solutions.

The strategic location of this enclave, as a vantage point, allows a privileged view of a large area north of the island, was militarily used since the late nineteenth century, when it built a coastal defense battery during the war Hispanic Cuban-American (the War of Cuba).

Popularly this area of Risco de Famara always been known as the «Battery of the River.»

Opening hours: Open 7 days a week from 10.00 to 17.45.

Prices:

  • Adults: €8.5.
  • Children (7-12 years): €4.25.
  • Children <6 years: Free.

Canary Islands residents

  • Adult: €6.50 euros.
  • Children (7-12 years): €3.25.

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