La Ruta Norte de Lanzarote depara un sinfín de postales paisajísticas.
Isla de contrastes de por sí, esta variedad de perspectivas se incrementa en esta zona geográfica.
Resulta la localización con mayor vegetación, sobre todo en los coquetos pueblos del municipio de Haría, como Máguez, Guinate o Tabayesco.
Su accidentada orografía ofrece unas inquietantes panorámicas como las del mirador de Yé, Guinate o el barranco de Tenegüime.
Por otro lado, el norte lanzaroteño acoge las principales intervenciones de arte naturaleza del genial artista César Manrique: Jameos del Agua, Cueva de los Verdes, Mirador del Río y Jardín de Cactus.
Asimismo, se aprecia claramente un cambio notable en la climatología con respecto al centro y sur de la isla.
El alisio imperante se percibe constantemente, aunque no impide que disfrutemos de algunas de las mejores calas de baño de Lanzarote.
Charco del Palo en Mala, el bañadero de Guatiza en Los Cocoteros o Los Caletones de Órzola.
Hay mucho que ver. Por ello, nos guiaremos, de forma esquemática, por la red de centros turísticos ideados por Manrique para describirte los atractivos más destacados de una excursión por esta franja de la isla.
Entre los pueblos de Guatiza y Mala (al noreste de Lanzarote) emerge el Jardín de Cactus.
En sus cinco mil metros cuadrados existen más de siete mil doscientos ejemplares de más de mil cien especies diversas originarias de todas las geografías.
No pierdan de vista la maravillosa estampa de los pueblos de Guatiza y Mala, enmarcada en un entorno agrícola caracterizado por las extensas plantaciones de tuneras dedicadas al cultivo de cochinilla.
En esta cala noreste, les recomendamos dos espectaculares zonas de baño: Charco del Palo (una curiosa urbanización nudista) y el bañadero de Guatiza.
A unos diez minutos en coche desde Mala, podremos visitar Arrieta.
Cuenta con una buena playa, La Garita, y algunos de los mejores restaurantes donde degustar un buen pescado fresco.
El más renombrado es el restaurante Amanecer.
Desde Arrieta, les sugerimos que tomen dirección noreste hacia Jameos del Agua y Cueva de los Verdes.
Se trata de dos de los mejores centros turísticos de Manrique. A nuestro entender, corresponde una visita obligada.
Desde Cueva de los Verdes partiremos hacia Haría y su esplendoroso valle de las mil palmeras.
Nos asomamos a otra Lanzarote.
La isla seca y sedienta se transforma. Sin resultar un vergel, el paisaje es más fresco y verde procedente de las diferentes plantaciones que bañan a Haría y los pueblos vecinos de Máguez, Gallo y Guinate.
Haría destaca también por su rico patrimonio arquitectónico. De Haría, la travesía debe tomar rumbo a Yé.
Un coquetísimo pueblo cobijado en las faldas del Volcán de la Corona. A este volcán se le debe el extensísimo manto que baña de malpaís toda la franja noreste de la isla.
Es una de las postales más singulares de Lanzarote, que cobra mayor valor cuando contrasta con el jable blanquecino del litoral de Órzola.
En las cercanías de Yé encontraremos el Mirador del Río. También obra de Manrique, constituye un majestuoso balcón al mar.
En este caso hacia otra pieza característica del norte insular: Archipiélago Chinijo.
Se trata de un conjunto de islotes, a poco más de una milla náutica al noroeste de Lanzarote, conformado por las islas de La Graciosa (la única habitada), Montaña Clara, Alegranza y los roques del Este y el Oeste.
Es un espacio natural protegido, muy rico en biodiversidad marina. La astucia del artista local de esconder hasta el último momento lo que vamos a contemplar, deja atónito al visitante.
Desde las alturas de Yé, le recomendamos que viaje hasta Órzola por las carreteras secundarias, que nos adentran en el manto volcánico de malpaís.
El pueblo marinero de Órzola es clave en la comunicación con La Graciosa. Alrededor de su puerto se concita un buen ambiente con sabor a pescado fresco.
Sin duda, resulta otro enclave ideal para degustar una buena pieza fresca del litoral, complementada con las tradicionales papas arrugadas y las salsas de mojo picón.
Con niños tenemos una didáctica incursión a las afueras del poblado, en el Parque Las Pardelas.
La puntilla a la excursión podemos acometerla con un baño en la cala de Los Caletones.
Pequeño Resumen de nuestra Ruta Norte
Imprescindibles en el Norte: Jameos del Agua, Cueva de los Verdes y Mirador del Río.
¿Dónde comer?: Pescadito fresco del litoral en Amanecer (Arrieta).
Con niños: Parque Las Pardelas (Órzola).
Un chapuzón: Charco del Palo, Bañadero de Guatiza (Los Cocoteros), La Garita (Arrieta) o Los Caletones (Órzola).
Para fotografiar: El valle de las mil palmeras (Haría), Volcán de la Corona (Yé), Archipiélago Chinijo (desde el Mirador del Río).