Excursión a Papagayo en Catamarán
La Excursión a Papagayo en Catamarán es una de las mejores actividades para disfrutar de un dÃa de auténtico lujo y relax en Lanzarote. Una experiencia que te permitirá visitar…
La Excursión a Papagayo en Catamarán es una de las mejores actividades para disfrutar de un dÃa de auténtico lujo y relax en Lanzarote. Una experiencia que te permitirá visitar…
Buena parte del territorio de Yaiza está protegido por su excelencia natural: el Monumento Natural de Los Ajaches y el Parque Nacional de Timanfaya. Otros puntos de interés son Las Salinas de Janubio, el pueblo marinero de El Golfo, Los Hervideros o la bella estampa de La Geria. Yaiza acoge a uno de los tres núcleos turÃsticos lanzaroteños, Playa Blanca.
Papagayo es la joya de la corona de las playas de Lanzarote. El baño más apetecible que resalta por su magnÃfica arena dorada y el contraste colorÃstico de sus aguas. Son casi dos kilómetros de diferentes calitas bautizadas como playa Mujeres, El Pozo, Caleta del Congrio, Puerto Muelas y El Papagayo. La cercanÃa con el núcleo turÃstico de Playa Blanca permite situarnos en sus envidiables aguas en apenas cinco minutos en coche desde su hotel. En suma, un lugar paradisÃaco para frecuentar durante sus vacaciones en Lanzarote. (Más detalles)
Uno de los tesoros poco conocidos de Lanzarote. Las piscinas naturales de Los Charcones conforman un paraÃso de relajación. Alejadas del bullicioso núcleo turÃstico de Playa Blanca y de sus pobladÃsimas playas, perderse en cualquier plato natural de mar resulta una poderosa carga de pilas. Guarecida en la despejada costa suroeste de la isla, Los Charcones se benefician de un clima más fresco debido a los vientos dominantes en la zona, que hacen más llevadero el peso del sol. Más detalles
Una dura ruta que atraviesa el Monumento Natural de Los Ajaches. El camino recorrido durante las cuatro horas aproximadas de pateo resulta muy monótono, pero en él se obtienen, desde una privilegiada posición, unas magnÃficas vistas de las bellezas del sur de Lanzarote como las Salinas de Janubio, Playa Blanca con Corralejo e Isla de Lobos al fondo y entre otros puntos de interés algunos recónditos acantilados y calas del sureste de la isla. Tras el intenso ejercicio, nada mejor que las cristalinas aguas de Papagayo para reponer fuerzas.
Playa La Arena se nutre de las magnÃficas condiciones de la costa sureste de Lanzarote, cobijada de sus fuertes vientos imperantes y el cielo casi siempre despejado. La playa está situada a unos pocos pasos del apacible pueblito marinero de Playa Quemada. Desde lo alto la figura de Playa La Arena resulta majestuosa. El marco es de postal gracias a la poderosa estampa negra de su jable fundiéndose con sus aguas de suave azul. Más detalles
Janubio resulta un reducto pacÃfico de relajación y contemplación. De relajación porque ni un ligero ruido acompaña al viento imperante. Y de gustosa contemplación por la cercanÃa de las majestuosas Salinas de Janubio, su laguna verde y el espeso negro de la playa que resultan una explosión de colores digna de observar. Por su localización, Janubio constituye una parada opcional a la ruta del sur lanzaroteño.
Resulta extrañÃsimo el fenómeno de Playa Quemada. Conforma un enclave privilegiado. Casi siempre despejado, permanentemente asocado y con unas calas espectaculares. Sin embargo, estas playas de callaos y arena negra siempre están solitarias. Tanto en su vecina La Arena como en ésta, El Pozo, en sus preciosos 300 metros de litoral aparecen cuatro almas. Más detalles
La ruta Femés-Playa Quemada atraviesa el Monumento Natural de Los Ajaches. El sendero sorprende por las variadas estampas que se encuentran durante su tránsito: los rocosos Ajaches y las espectaculares calas y playas de Playa Quemada. Muy curiosa resulta la visita al minijardÃn de Cactus, a unos kilómetros al sur de Playa Quemada, construido desde principios de los noventa del siglo pasado por una pareja de arrecifeños. Se trata de un coqueto rincón en forma de cueva, adornado con cosas del mundo de la mar y rodeado de un amplio vergel de vegetación en medio del seco trayecto. Ideal para combinar el verano, el deporte en la naturaleza con el baño en la playa.
Salinas de Janubio es una de las estampas paisajÃsticas más impresionantes de Lanzarote. Rodeadas de los últimos coletazos volcánicos de Timanfaya, una laguna natural imprescindible en el proceso de elaboración de la sal y la mÃstica playa de arena negra de Janubio. Una explosión multicolor fascinante repleta de sutilezas. Más detalles
La excursión turÃstica por el sur de Lanzarote es mundialmente conocida como la ruta de los volcanes. La terminologÃa obedece a la grandiosidad de Timanfaya (suroeste), uno de los parques nacionales españoles más visitados. El cono sur de Lanzarote (en su cala este) añade Los Ajaches a la inmensidad natural de Timanfaya. Por otro lado, su punto geográfico más al sur resulta seguro de sol y playa. Más detalles
Un triángulo paisajÃstico de gran envergadura el que se concita en la costa suroeste de Lanzarote. Muy cerca del atrayente parque nacional de Timanfaya, constituye el complemento perfecto de una ruta turÃstica por el sur de la isla. Las Salinas de Janubio conforman una de las estampas más bellas de las muchas que se amontonan en la retina después de visitar Lanzarote. Más detalles
El Restaurante La Bodega de Santiago tiene un encanto especial. Se asienta en una antigua casona del siglo XIX fundada por Santiago Eugenio. Fue restaurada en 2003 y su apertura…
La amenazante costa suroeste de Lanzarote esconde unos rincones bellÃsimos donde el mar y la lava volcánica se baten en duelo configurándose unas espectaculares estampas. Desde Pechiguera en Playa Blanca hasta Salinas de Janubio se suceden también los charcones y las piscinas naturales que en algunos casos, donde el mar lo permite, resultan unas… (Más detalles)
Un enclave encantador el de Salmarina. En primerÃsima lÃnea de mar, la antigua casona se ha restaurado con buen gusto. La cocina es sencilla, pero logra resaltar los sabores de los productos de primera calidad. Sobresale por sus pescados frescos de litoral.
Dividida en siete estancias orientadas al mar, su localización, alejada de la carretera de acceso al pueblo y sin vecinos, extrema la sensación de calma, silencio, relax… De las siete moradas, seis son individuales (con capacidad para una pareja) y una doble (dos parejas). Todas las estancias se comunican a través de la terraza. Es la zona desde donde contemplar el portentoso amanecer mientras desayunamos en el robusto mobiliario de madera esparcido en el mirador.