Los locales feroces
Lanzarote vive del turismo. Últimamente más bien malvive pero sobrevive gracias al turismo. Una gran parte de la sociedad local se ha abierto a la gente que los honra con su visita, ha demostrado apertura de mente, se ha esforzado por presentar su mejor cara, su cordialidad, su educación. Y los visitantes se lo pagan, cada uno recordándonos que vivimos en un paraíso. Sin embargo, todavía existe un minoría étnica de la sociedad lanzaroteña, llamados “los locales feroces” al cual el dios del mar ha otorgado la misión de proteger sus aguas de la presencia bárbara de la sub-raza llamada los “surfista-de-fuera”.